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Las chimeneas de piedra: lindas, elegantes y duraderas
Tener una chimenea en casa puede ser la estrategia perfecta para darle a tu salón el toque elegante que dejaría boquiabierto a cualquiera, y muchas de las opciones que te permiten conseguir esto es a través de los revestimientos de piedra.
Existe una distinción muy clara entre los modelos cuyos marcos son simples, clásicos, de madera o ladrillo, de aquellas que se decantan por las piedras. Los últimos ganan una apariencia no moderna, ni tampoco tradicional, sino elegante, resaltante, perfecto para que el fuego no solo se convierta en la fuente de calor, también en la hermosa visión esperada por muchos en ambientes cuya estética se cuida por encima del resto.
Y tal vez eres de esas personas que quiere diseñar su chimenea de piedra con tal de ganar todos los beneficios de apariencia. Pues bien, aquí podrás enterarte de lo que necesitas saber para incursionar en este mundo, además de las mejores formas para conservarla una vez la tengas en casa. Acomódate en tu asiento y comencemos.
¿Por qué elegir una chimenea de piedra?
Las chimeneas con revestimiento de piedra se encuentran entre las más populares, debido principalmente a su aspecto cálido y tradicional. La piedra se ha convertido en un elemento decorativo versátil que se puede adaptar a cualquier estilo. El tener una chimenea de piedra en una habitación crea un aspecto impactante y llamativo.
La piedra natural es uno de los materiales más resistentes, por tanto, el revestimiento de la chimenea será duradero. Las interacciones negativas entre las altas temperaturas producidas por las chimeneas junto a las piedras haciéndoles de marco, son bastante reducidas, y por ende, a diferencia de otros elementos como las chimeneas de pladur sin tratamiento, se pueden someter al fuego sin temor a ver grietas con el paso del tiempo.
Con relación a los costes, se encuentran revestimientos para todos los presupuestos. Hay algunas piedras muy económicas como las de río y otras como el mármol que pueden ser realmente costosas.
¿Cómo elegir un revestimiento de piedra para tu chimenea?
Lo primero a evaluar al seleccionar este tipo de revestimiento para la chimenea, es que la piedra sea resistente a las altas temperaturas. En general, la piedra natural es un elemento poroso y por tanto aguanta la dilatación por los cambios de temperatura sin sufrir daños en su estructura.
Es importante que los materiales utilizados para instalar la piedra, como el cemento, también puedan soportar las altas temperaturas. Se recomienda aplicar un cemento flexible capaz de soportar estas condiciones.
En el caso de tener una chimenea de obra, es importante revisar si en la pared no hay algún tipo de filtración que pueda afectar el revestimiento de piedra a largo plazo.
El mantenimiento de este tipo de revestimiento es bastante sencillo, pero requiere hacerse periódicamente. Se debe limpiar con jabones que tengan propiedades sellantes y disolventes para garantizar su aspecto y durabilidad. Más adelante te hablaremos a detalle sobre el procedimiento.
Las mejores piedras para chimeneas
Las opciones para elegir un revestimiento de piedra natural son variadas y la elección va a depender principalmente del estilo de decoración de la casa y del presupuesto. Entre los tipos más usados para revestir chimeneas de piedra tenemos:
1. Mármol
Es una de las piedras más duraderas y capaz de conservar sus características originales, muy resistente a las altas temperaturas y retiene el calor por largo tiempo. El mármol generalmente es blanco, pero puede estar mezclado con otros elementos que brindan una gran variedad de tonalidades.
Existen yacimientos naturales de mármol en diversas partes del mundo, de donde se extrae esta piedra en forma de planchas. Por esto, se pueden encargar piezas completas a medida para instalar según las necesidades.
El mármol puede ser principalmente blanco o con combinaciones color crema, rojo, marrón y negro, debido a la mezcla de otros minerales. Estos materiales provienen de distintas canteras en el mundo.
Entre los tipos de mármol blanco más famosos está el de Carraca en Italia, caracterizado por no presentar casi ninguna veta, y por esto es casi totalmente blanco. Otro mármol blanco de gran calidad es el de Macael proveniente de Almería en España.
El mármol de Carraca se ha explotado desde el siglo I a.C y del mismo se han hecho obras famosas como el “David” de Miguel Ángel.
Debido a la versatilidad de colores y tipos de vetas, el mármol es un excelente elemento para revestir las chimeneas de piedra. Este material siempre da un toque clásico y elegante a cualquier ambiente.
Lo malo dentro de todo lo bueno, es que el precio del mármol de por sí es bastante elevado, y ya si hablamos de un mármol trabajado a conciencia y sin imperfección alguna, pues el presupuesto se puede ir por las nubes. Por tanto, no es una opción cuando se tiene un presupuesto limitado.
2. Granito
El granito es una piedra natural compuesta principalmente de cuarzo mezclado con otros materiales. Las opciones de colores y vetas presentes en esta piedra son muy variadas, por lo que siempre se podrá encontrar una que esté acorde con el estilo de la casa.
Esta piedra natural es muy resistente y tiene un acabado que casi no requiere mantenimiento. Sin embargo, la colocación de las placas de granito puede ser un poco complicada y es conveniente que la realice un experto.
El granito se presenta en distintas tonalidades que van desde el blanco, verde, azul, crema, rojo o negro. La porosidad de la piedra puede variar en estos tipos de granito.
Las terminaciones del granito también pueden ser distintas, por tanto es posible elegir la que más combine con la decoración de la habitación. Puede presentarse totalmente pulido con una superficie brillante, partículas metálicas o una superficie rugosa de aspecto más rústico.
Con relación a su precio, un revestimiento de piedra de granito puede ser bastante costoso dependiendo de la calidad de los materiales. Sin embargo, hay opciones más económicas adaptadas a presupuestos restringidos.
3. Piedra caliza
Las piedras calizas tienen principalmente carbonato de calcio en su composición y las más puras son casi blancas. Sin embargo, cuando se mezclan naturalmente con otros materiales tienen una gran diversidad de tonalidades.
La caliza se puede presentar en placas pequeñas o en forma de lajas que pueden ser fácilmente colocadas como revestimiento de la chimenea.
En cuanto a los colores, se puede conseguir una gran variedad para adaptarse a casi cualquier estilo de decoración. Una de las más utilizadas actualmente es la piedra Travertino caracterizada por sus tonalidades amarillentas.
Con relación a los costes, la caliza tiene precios bastante accesibles que pueden estar al alcance de la mayoría de los presupuestos.
4. Piedras de río
Las chimeneas con revestimiento de piedras de río tienen un aspecto rústico y muy natural. Estas piedras tienden a poseer formas variadas, aunque las más frecuentes son las redondeadas con superficies lisas.
Por su pequeño tamaño, las piedras de río permiten diseñar figuras particulares al momento de colocar el revestimiento para dar un toque de originalidad a la chimenea. Además, presentan una gran variedad de colores para combinar.
Una gran ventaja de las piedras de río es que son las más económicas del mercado, siendo accesibles a cualquier bolsillo. Esto significa que cualquier persona teniendo dentro de su límite de costes un presupuesto pequeño, tendrá la capacidad de optar por estas piedras para el revestimiento de su chimenea sin muchas trabas.
Ahora que sabes más sobre las características de las piedras para revestir chimeneas, te harás una idea de que no todas son óptimas sin importar la clase de ambiente. Algunas lucen mejor en espacios abiertos, y otras, son perfectas específicamente para salones o sitios donde reinan los detalles sofisticados.
De manera resumida, te podemos dar una pequeña orientación al respecto, en caso de que desees saber para qué lugares son mejor determinado tipo de piedra, o incluso en festividades especiales.
| Ubicación de la chimenea | Tipo de piedra |
| Salón | Granito, caliza blanca, mármol |
| Patio | Piedras de río, mármol, caliza |
| Jardín | Piedras de río |
| En Navidad | Mármol, cerámica |
¿Cómo forrar una chimenea de piedra?
Partiendo hacia otro tema, estas chimeneas de piedra no suelen conseguirse directamente en las tiendas departamentales. Más bien, el revestimiento se crea a través de construcción personalizada, sea por tu mano, o por la de un experto en la materia contratado.
Indudablemente, tú mismo puedes realizar el forrado de la chimenea de piedra teniendo las herramientas y el conocimiento correcto. Para ello, hemos elaborado una pequeña guía que además tendrá al final una ilustración gráfica en forma de vídeo con tal de ayudarte a consolidar el conocimiento.
Lo primero que necesitarás preparar son las herramientas:
- Maza
- Corta hierro
- Medidor láser (opcional)
- Cinta métrica
- Batidor o mezclador eléctrico (opcional)
- Disco de corte
- Amoladora de 115 mm
- Escuadra
- Un cepillo de plástico y un cepillo metálico
- Nivel de burbuja
- Llana del número 8 al 10
- Maza de goma
- Clavos de ancho
- Espátula
- Balde
- Aditivo vinilico
- Pegamento
- Pico
- Antiparras, sordina
Paso 1. Preparación de la pared de la chimenea
La pared donde reside tu chimenea y que revestirás con el símil de piedra elegido necesita tener una preparación previa. Ponerla apta para la adhesión de las piezas de piedra es importante, pues garantizará la durabilidad que esperas a lo largo del tiempo. Toma las medidas y determina los metros cuadrados que la componen; así te harás una idea de las mismas medidas que requerirán las piezas de piedra.
Ahora bien, si la pared está pintada o es de superficie totalmente lisa, raspa los elementos que estén sobresaliendo de ella y comienza a crear aberturas entre la capa de pintura usando un pico. Con la generación de estos agujeros, podrás hacer un puente de adhesión seguro entre el pegamento y el muro.
No pueden quedar con relieves de cualquier forma, así que utiliza el cepillo plástico para retirar el polvillo generado por este trabajo. Para abarcar la totalidad de la pared si es muy alta, incluso puedes recurrir a una escoba en la fase final del proceso.
Como última preparación, comprueba el nivel de la primera fila (en la zona inferior).
Paso 2. Colocación del pegamento
Ahora que viene el momento de cubrir la pared con el adhesivo especial en pequeñas zonas por vez, es necesario mezclar previamente el mortero pegamento con agua o cualquier indicativo que diga la receta del recurso que uses. En este aspecto, deberás seguir las indicaciones del fabricante. Lo más seguro es que al final necesitarás del balde de albañil así como del mezclador para concluir la creación del elemento fundamental para unir piedra con el soporte (la pared).
Ya cuando lo tengas listo, comienza a esparcir la mezcla en lugares delimitados, donde empezarás a colocar las piezas. La mezcla debe extenderse en la pared de forma uniforme, evitando dejar grumos en el proceso. Por último, pasa la llana del 8 al 10 con el propósito de hacer el relieve necesario para mejorar la adhesión.
Paso 3. Colocación de las piezas de piedras
El revestimiento de pared va por fragmentos, que en ciertos momentos necesitarás cortar para ajustar las dimensiones al lugar que abarcarán. Primero, retira el polvillo que poseen usando el cepillo de plástico. Luego humedece un poco con el aditivo vinílico y tras esto, unta una porción del pegamento sobre la cara que enfrentará la pared.
Ve ubicando sobre la mezcla esparcida en el muro cada pieza de piedra destinada para el revestimiento, una por una. La colocarás empezando a ejercer presión ligera de abajo hacia arriba, y una vez ubicada así como fijada, dale pequeños golpecitos para mejorar la adhesión usando la maza de goma. Usa la misma espátula para retirar los excesos en los límites.
Empieza desde los costados, y una vez llegues al otro extremo, si necesitas cortar los fragmentos, puedes valerte de la amoladora. Recuerda marcar bien los lugares en donde realizarás la separación.
Es importante que cada cuatro filas de revestimiento, pares el proceso y te tomes un momento para colocar el nivel de burbuja. Así comprobarás que se encuentre en correcto sentido horizontal, o, de lo contrario, realizar algunos ajustes con pedazos de cartón insertados entre los fragmentos con tal de realizar una unión uniforme.
Continúa así hasta terminar el revestimiento en torno a tu chimenea, ¡Y listo!
Para tener una guía práctica a la vista, te dejamos el siguiente vídeo que te muestra cómo realizar un revestimiento, procedimiento igual de válido cuando hablamos sobre cómo forrar una chimenea de piedra.
¿Cómo limpiar una chimenea de piedra?
Una de las piedras angulares (chiste incluído) para mantener el revestimiento de tu chimenea siempre perfecto para las fotografías y visitas del momento, es realizarle una limpieza mensual usando implementos que no ocasionen daños a la larga a su estructura.
El hollín es un problema continuo cuando hablamos de chimeneas que utilizan combustibles, y no se debe descuidar durante demasiado tiempo porque sino llegaría a ser un contrincante difícil de vencer cuando toque asear la chimenea. Por eso, utilizar los ingredientes necesarios en el tiempo correcto es el secreto a voces para mantener la hoguera siempre pulcra así como hermosa.
No es un trabajo titánico, ni mucho menos complejo el limpiar las piedras que recubren tu chimenea. Primero lo primero: hazte con los elementos necesarios. A continuación te dejaremos la lista.
- Jabón de limpieza multiusos
- Agua
- Balde
- Guantes de goma y gafas protectoras
- Lona, plástico o cortinas que sirvan como recubrimiento
- Cepillo, esponja y paños
- Fosfato trisódico (lo puedes adquirir en las ferreterías)
- Una vez reunidos cerca de ti y a la mano, podemos empezar el procedimiento.
Lo primero es pasar la solución jabonosa por la superficie de las piedras, restregando gentilmente donde haya hollín para posteriormente retirarlo con paños húmedos. Luego, en cuatro litros de agua disuelve media taza de fosfato trisódico. Ahora con este preparado puedes utilizar un cepillo de cerdas suaves para continuar con la limpieza tal como sucedió en el caso del jabón. Cuando llegue el momento de retirar la solución, usa nuevamente los paños humedecidos con agua.
Tip: con las manchas más tercas y las juntas de las piedras donde se acumule el hollín, puedes hacer una pasta usando poca agua junto al fosfato trisódico que luego aplicarás sobre ellas. Deja reposar un rato y luego retira. Ayudará a aflojar la suciedad.
¿Dónde comprar?
Como remarcamos desde el comienzo, las chimeneas de piedra se suelen construir con mayor frecuencia si la comparas con las posibilidades de compra directa. Sin embargo, esto no quiere decir que no puedas conseguir modelos prefabricados que incluyan semejante tipo de elemento decorativo.
Amazon.es es una de las opciones donde puedes hallar modelos de chimeneas de piedra modernas, o de otros estilos con diferentes tipos de revestimiento con el mismo material primordial. Quizá no se adapten perfectamente a la clase de diseño que tienen las que son hechas por mano de obra, pero sin duda ofrecen la misma sensación sofisticada.
Leroy Merlin, por otro lado, tiene lo necesario para realizar el revestimiento, ofreciendo diferentes clases de piedras o símiles capaces de pegarse a muros usando el pegamento adecuado, tal como te dijimos en nuestro tutorial de arriba. Cualquiera de esas dos opciones, así como las tiendas de trabajos relacionados particulares en tu localidad seguramente ofrecerá la capacidad de construir tu chimenea de piedra soñada.
Conclusiones
Las chimeneas de piedra son todo un mundo de posibilidades con sus diferentes variantes. A lo largo de esta sección te habrás dado cuenta de eso, y tal vez ya te hagas una idea de lo que deseas respecto a este tipo de estufas en casa, de acuerdo a tus gustos así como presupuesto.
Se distinguen de otros modelos fácilmente, y con sus diferentes beneficios, contras, así como particularidades, se terminan de posicionar como una opción diferente a las chimeneas genéricas que consigues en las tiendas. Resumiento respecto a este tipo de fuente de calefacción, concretamos al final que:
- Las chimeneas de piedra pueden utilizarse, dependiendo del tipo, en diferentes espacios, sean abiertos o cerrados para brindarles elegancia o frescura al panorama.
- Tienen costos variados que pueden ir desde precios razonables para cualquier presupuesto, hasta otros realmente elevados con la intención de brindar una experiencia sofisticada de categoría.
- Resultan fáciles de instalar como revestimientos de chimeneas, necesitando de un conocimiento básico en construcción e incluso de principiante.
- Requieren de una limpieza mensual para mantener su brillo inicial, pero descuida, pues esta actividad es muy fácil de hacer valiéndote de jabón multiusos y algo de fosfato trisódico.
- Es preferible ordenar su construcción a través de tiendas especializadas u optar por modelos que incluyan piedras, aunque estos últimos no son tan vistosos como los hechos a través de mano de obra.
- En cualquier sentido, son una opción permanente que le brindará confort, así como un elemento decorativo adicional a tu chimenea y, en adición, a tus espacios.
Ya has visto las distintas opciones de revestimiento para las chimeneas de piedra, así que ahora te invitamos a seguir leyendo el resto de secciones en nuestra web, donde hallarás los mejores modelos de chimeneas que hemos preparado especialmente para ti.
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